La Biblia y sus historias
La Biblia es sin duda uno de los libros más vendidos y leídos en el mundo, así que para hablar de lectura no podemos dejar pasar por alto ese dato. Las religiones judeocristianas se basan básicamente en lo escrito en ese libro que en realidad no es un libro sino una recopilación de muchos libros que fueron escritos por personas distintas y en épocas distintas, y que según los creyentes fueron hechos bajo una inspiración divina.
Podremos ser creyentes o no, pero sin duda los textos bíblicos son, en opinión de quien redacta estas líneas, obligados para cualquier lector, ¿por qué? Bueno, básicamente porque nuestra cultura esta permeada de un sin fin de referencias bíblicas, incluso muchos de los grandes clásicos literarios juegan con datos y personajes bíblicos. Así que más allá de lo divino, leerlo representa abonar al crecimiento de nuestra propia cultura.
Para leer la Biblia y no perderse en el intento debemos tener presentes algunos puntos. Es importante saber que lo que se está leyendo se escribió hace miles de años, que representa a otra cultura, a otra sociedad muy distinta a la actual y para entender a profundidad debemos conocer cómo era la vida en aquel entonces.
También es importante saber que no todo lo que está escrito en esos libros es histórico, aunque sabemos que muchos de los acontecimientos ahí narrados tienen un sustento histórico comprobable, algunos otros no. Pero esto no es del todo malo. Los libros bíblicos están plagados de mitos, fábulas, alegorías, parábolas, cuentos, poemas etc. Es decir, existe una riqueza infinita de géneros literarios, y eso se agradece cuando se es lector.
Dicen que la Biblia tiene las mejores historias, yo no sé si las mejores, pero sin duda es poseedora de grandes narraciones que han deleitado a generaciones enteras, a creyentes y ateos, que han inspirado a poetas, a novelistas, músicos y cineastas. Sin duda será un aporte que el mundo de las letras nunca podrá terminar de agradecer.
