Saramago y su obsesión por lo religioso
El escritor portugués José Saramago demostró con éstas dos grandes novelas, que explorar el tema religioso, y cuestionarlo sobre todo, era de vital importancia para él. Haciendo preguntas e imaginando respuestas fue quizá como pudo formular estas historias, que sin duda hay que leer, disfrutar y analizar.

El evangelio según Jesucristo
¿Quién es Jesucristo? ¿Qué representa para cada persona? ¿Un Dios, un místico, un iluminado o un maestro? ¿Qué sintió al saber que moriría? Estas fueron seguramente las inquietudes que llevaron al escritor portugués José Saramago a replantear, en esta extraordinaria novela, la vida de aquel humilde carpintero de Nazaret
¿Qué leemos en esta novela? Prácticamente el autor nos reescribe los evangelios por todos conocidos de la biblia, pero desde una perspectiva distinta y muy punzante, Saramago logra de manera magistral, desnudar y excavar hasta lo más profundo, tocar las fibras más delicadas de esos personajes que muchos prefieren no tocar. De esta manera, José, María, Jesús, María de Magdala y hasta el mismo Diablo, van y vienen a través de las páginas dejando ver sus dudas, sus miedos, sus frustraciones y deseos más oscuros.
Así vemos a un José arrepentido de no haber puesto sobre alerta a la aldea sobre la matanza de Herodes, a un Jesús desconsolado por saber de su muerte y no entender porqué su padre hace eso, a una Magdalena enamorada e incomprendida y a un demonio que hace preguntas que ponen en jaque a cualquiera.
“El evangelio según Jesucristo” es pues, un exorbitante viaje a través del tiempo y del espacio, que sitúa al lector en un lugar privilegiado donde los acontecimientos bíblicos son vistos desde una arista diferente.
El cristianismo con todas las vertientes que posee, es, para bien o para mal, parte de nuestra cultura popular, esta enraizado hasta la médula en nuestras historias de vida. Y esta narración no pretende ofender, atacar o escandalizar, debe leerse como lo que es, una novela, una muy buena novela, pero ficción a final de cuentas.

Caín
Después de asesinar a su hermano Abel, Caín es desterrado por Dios, y condenado a viajar errante por toda la eternidad. Durante su viaje, Caín dejará de ser el villano, para ser la víctima de un Dios al que considera injusto, sanguinario, siniestro y vengativo, al descubrir un poderoso don que le facilita desplazarse a través del tiempo, Caín conocerá a Abraham, a Moisés, a Noé y presenciara acontecimientos como la destrucción de Sodoma y Gomorra, el episodio de la torre de Babel, la adoración al becerro de oro bajo el monte Sinaí y otros pasajes más, que no harán más que ratificar su tesis inicial.
Satírico, punzante, critico, rebelde, es lo que define la obra de José Saramago (Premio Novel de Literatura 1998).
No es la primera vez que Saramago toma como materia prima los textos bíblicos para construir sus historias, ya en "El evangelio según Jesucristo" nos deleitaba con esa prosa que cuestiona, que invita a una reflexión profunda sobre la religión, pero que a la vez nos divierte y nos entretiene. Una lectura que, cabe aclarar, debe ser leída con cautela y con la firme convicción de que lo que se está leyendo no es más que una buena novela.